Los sellos para cerámica son sellos de caucho normales, pero con un relieve superior al ordinario que conseguimos durante el grabado del caucho.
Para hacer los sellos de caucho normales usamos un caucho de 2,3 mm y se le da un relieve de 1 mm aproximadamente. Este relieve es suficiente para usar el sello con tinta y papel, pero no para usar con barro, arcilla, jabón o fondant, ya que, sobre estos materiales, no buscamos una estampación con tinta si no que buscamos conseguir un relieve en las superficies mencionadas.
Cuando hacemos sellos para cerámica o jabón podemos utilizar caucho de dos grosores: el de 2,3 mm y el de 6 mm.
Con el caucho de 2,3 mm conseguimos un relieve de 2 mm y es adecuado para diseños que tengan las letras muy finas. Darle más relieve sería imposible porque las letras se romperían.
Si, por el contrario, el diseño de tu sello contiene líneas y trazos gruesos, podemos hacer tu sello para cerámica con el caucho de 6 mm dándole un relieve de unos 4 mm aproximadamente.
Como ya hemos comentado, este tipo de sellos son ideales para usar con arcilla, barro, fondant, jabones, arcillas poliméricas e incluso masas alimentarias como la masa para hacer galletas e incluso para hacer empanadas.
La idea es presionar el sello sobre el material escogido hasta crear el relieve deseado. Este relieve se tiene que hacer cuando la superficie aún no ha endurecido del todo, es decir, marcaremos cuando el barro o el jabón aún no se hayan cocido y pasaría lo mismo con los otros materiales.
Hacer constar tu marca en tus creaciones nunca ha sido más fácil y, además a muy buen precio. A parte de poder estampar tu logotipo en las creaciones de barro o jabón que haces, también puedes usar esta técnica para hacer todo tipo de decoración.